- Desde adentro hay funcionarios públicos que, por dolo, negligencia, incapacidad o por complicidad, contribuyen al clima de violencia que se vive en la entidad
Ojo Visor
Por Jacinto López
Tabasco || Los hechos trágicos ocurridos ayer en el Centro de Reinserción Social del Estado de Tabasco (CRESET) deja en claro que el gobierno que encabeza Javier May Rodríguez, no solamente lucha en contra de la delincuencia organizada, que desde afuera sigue causando daños, sino que desde adentro hay funcionarios públicos que por dolo, negligencia, incapacidad o por complicidad, contribuyen al clima de violencia que se vive en la entidad, desde diciembre de 2023.
Mientras que las corporaciones policiacas se han dado a la tarea de combatir a la delincuencia, realizando detenciones de esos generadores de violencia para buscar restablecer la paz y la tranquilidad en el estado como un compromiso prioritario del gobernador, como fue la detención de un grupo de policías activos del municipio de Nacajuca a quienes ahora se liga al grupo delictivo de La Barredora, no hay duda que desde adentro, funcionarios que deben contribuir con su trabajo a generar tranquilidad y apoyar las acciones que se realizan para restablecer la tranquilidad entre la población, contribuyen a que sigan los hechos violentos, que son utilizados por los detractores políticos de este gobierno para seguir incriminando de que no pueden con la delincuencia organizada.
Apenas el 19 de diciembre de 2024, recién nombrado como director del CRESET, Enrique Díaz Alvarez (A) El Checho, quien ya había dirigido ese centro penitenciario y salido por señalamientos de ser cómplice del grupo delictivo de la última letra del abecedario que en esa época predominaba en la entidad, se dio el primer hecho delictivo, en el que fueron asesinados siete reos y diez resultaron lesionados, en un motín, que buscaba evitar, que dos “líderes” de los dos grupos que predominan al interior de ese centro penitenciario, fueran trasladados a otra cárcel de máxima seguridad.
El motín fue sofocado por la fuerza pública, con los saldos antes descrito, logrando trasladar a los cabecillas de los dos grupos que existen al interior del CRESET a otro penal de alta seguridad, y que de acuerdo a la versión del propio secretario de Seguridad y Protección Ciudadanas de Tabasco, Víctor Hugo Chávez Martínez en el operativo se había logrado el decomiso de cinco armas cortas, un arma larga, una granada, 25 machetes y sustancias prohibidas, con lo que se creyó que no volvería a presentarse otro hecho delictivo, otro hecho trágico.
Aun la Fiscalía General del Estado no concluye con las investigaciones del motín de diciembre, cuando ayer, otro hecho delictivo al interior del reclusorio, dejó perplejo a la ciudadanía, pues de nueva cuenta salieron a relucir armas de fuego que fueron detonadas al interior, causando la muerte de siete reos, y lesionando a catorce más, mientras que en un video que circuló en las redes sociales se da cuenta con integrantes de la fuerza del orden que ingresaron al centro penitenciario abatieron al reo que portaba un arma de grueso calibre y que se supone había disparado en contra de los reos que fallecieron.
En el primer motín hasta la presidente de la República, Claudia Sheinbaum, en una de sus mañaneras, explicó que el operativo en el Centro de Reinserción Social de Tabasco (CRESET), originalmente destinado al traslado de dos reos, resultó en el hallazgo de varias armas dentro del penal. «El objetivo era trasladar a dos personas privadas de la libertad a otro penal, y al hacer el operativo encontraron armas. Ahí hubo esta circunstancia de enfrentamiento, pero tiene que darse toda la información», precisó la presidente, siendo el compromiso de las autoridades de que no se volvería a repetir un hecho de sangre de esta naturaleza.
En el primer motín, apenas unos días atrás se había nombrado a Enrique Díaz Alvarez, por lo que se le dio el beneficio de la duda de que tuviera alguna implicación en lo que había pasado, sobre todo, en la introducción de las armas encontradas y que sirvió para asesinar a otros reos, porque se supone era recién llegado al mando y estaba tomando el control del reclusorio, pero ahora con este nuevo motín, es el principal sospechoso de lo que pasó, pues existen retenes del vigilancia al interior que todo lo supervisan, que todo revisan, y si las armas llegaron a manos de algunos reos, es por la complicidad de los custodios del penal, que se hicieron de la vista gorda para que las introdujeran, por lo que todos los guardias, incluyendo al director al jefe de custodio, que es señalado de evasión de presos en el penal de Cárdenas, pero que no fue tocado, son sospechosos de lo que paso, por lo que deben ser suspendidos y reemplazados mientras la Fiscalía realiza las investigaciones correspondientes para dar con los responsables de permitir que las armas hayan ingresado al penal para cometerse otro hecho de sangre, que en vez de ayudar al gobierno que encabeza Javier May, lo perjudica, pues esto es caldo de cultivo de los detractores políticos para proseguir en su campaña de intentar debilitar al gobernador.
En las redes sociales ha circulado una serie de comentarios, de denuncias, sobre los hechos violentos al interior del CRESET, en el que todos están de acuerdo que existe un cogobierno interno, de dos grupos en disputa, los que representan a La Barredora y los que integran el Cartel Jalisco, en la que sale a relucir la complicidad de custodios y el jefe de vigilancia, por lo que todos los que trabajan en ese reclusorio, son sospechosos de lo que pasó, porque si en este gobierno se nombró a un nuevo director, al que se le dio la confianza para que tuviera el control interno y que no se presentara otro hecho de sangre, como es posible que se volvió a presentar otro hecho delictivo, otro hecho de sangre, y lo mas delicado, la pregunta de los 64 mil, ¿por donde se introdujeron las armas?, ¿quién o quienes permitieron el ingreso de esas armas?, ¿que acaso alguna de las empresas que prestan sus servicios, introduciendo carnes, y comestibles se prestaron a esta patraña?, porque hace poco tiempo se realizó un cateo para buscar o decomisar cualquier tipo de armas, celulares, u otro tipo de material peligros que no debería estar en manos de los reos porque podrían utilizarlo para otro motín, y no se descubrió que tuvieran en su poder armas de grueso calibre, y ahora con la muerte de siete reos y 14 lesionados, que volvió a ser noticia nacional, el director, el jefe de custodios y los propios celadores no son dignos de confianza, todos, pero todos, deben ser sometidos a investigación para deslindar responsabilidades, porque queda claro que sin la complicidad de los custodios, esas armas no hubiera llegado a manos de los reos.
Con este nuevo motín que se presentó en el CRESET, todos los servidores públicos que integran el sistema penitenciario son responsables de lo que pasó, porque faltaron a la confianza del gobernador, porque fueron nombrados en este nuevo gobierno, despidiendo a los que representaban los intereses del gobierno anterior, y a los recién nombrados se le dio la confianza de que pondrían todo su esfuerzo y capacidad para realizar un buen trabajo, pero cuando las cosas se le salen de control, cuando estos funcionarios permiten que se golpee al mismo gobierno por un nuevo hecho delictivo que se pudo prever, no merecen esa confianza y deben ser despedidos e investigados por cómplices o negligentes, pero sobre todo por traicionar la confianza que depositaron en ellos.
¿Qué hacía el director de Prevención Social, Williams Cabrera Pascacio responsable de los centros penitenciarios y de poner en marcha el programa “cárcel segura”, que entre sus funciones tiene el realizar cateos permanentes en los reclusorios con la finalidad de detectar cualquier tipo de armas, drogas, celulares, pantallas o artefactos explosivos que pudieran utilizar los reos para atacar y asesina a sus contrarios en el mismo penal, este debe ser despedido sin contemplaciones.
Que hacia el director del CRESET, Enrique Díaz Alvarez (A) El Checho que a pesar de su negro pasado como director fue acusado de estar al servicio del grupo de la ultima letra del abecedario, se le dio la oportunidad de dirigir ese centro penitenciario, se le dio la confianza de servir, y resulta que ¿en sus narices o acaso complicidad? se introdujeron las armas, porque para nadie es un secreto que ahí cohabitan dos bandos, los de las cuatro letras con La Barredora, que se disputan el control, el autogobierno, porque a pesar de que se llevaron a los cabecillas a otro penal, el mando prosigue los que quedaban, pues habría relevo interno, y eso fue lo que se vio y pasó, pues corre en redes que el rayo para tomar el control del penal por medio del integrante de su banda, el ex-custodio Salvador González (A) El Topo, preso precisamente por dejarlo escapar en el penal Las Palmas de Cárdenas, Tabasco, mandó a ejecutar al barredora Pedro Acosta, y al mentado Buho, pero no lo lograron.
La acusación que se hace en redes es contra Santos Trinidad Tosca (A) Ojos Saltones, feje de vigilancia del CRESET, quien fuera director del penal de las Palmas, y que durante su mandato ordenó la evasión del rayo, pero toda la responsabilidad recayó contra el ex-custodio Salvador preso en ese penal y que por ahí se dio la introducción de armas. Como quiera que sea, la Fiscalía General debe realizar una investigación a fondo. Mientras tanto el director, el jefe de custodios y el director de Prevención Social, deben ser separados de sus cargos por perdida de confianza, pero sobre todo, porque este hecho se sangre, no ayuda, no embona nada a la labor del gobernador May que se ha comprometido a restablecer la paz y la tranquilidad en el estado.
OJITOS
La detención de los policías del municipio de Nacajuca, en la que están incluidos, el subdirector de la policía municipal y el jurídico de esa misma área, acusados de delincuencia y de pertenecer al grupo delictivo de La Barredora, ha pretendido salpicar la buena labor que realiza el presidente municipal, Roberto Ocaña Leyva, a pesar de sus detractores, que ven en este asunto, un caldo de cultivo para lanzarse en su contra, para hacer señalamientos fuera de lugar, pero las cosas irán cayendo por su propio peso.
Precisamente es el alcalde es el más interesado en que las autoridades competentes realicen todas las investigaciones de rigor, sin obstáculos de por medio, pues como primera autoridad, sabe y entiende que se tiene que combatir los actos delictivos, los cometa quien los cometa, y que se debe de aplicar la ley, por eso de manera cauta, ha dejado que la propia Fiscalía General del Estado, responsable de las detenciones, recabe todas las pruebas que incriminan la presunta culpabilidad o inocencia de los policías municipales detenidos, a pesar que algunos familiares de los detenidos han buscado al edil para pedirle que intervenga, se meta a ese conflicto, pero Roberto no tiene porque meter la manos al fuego por algún policía, sabiendo que las autoridades competentes están haciendo o hicieron su trabajo de investigación que llevó a las detenciones. Todo indica que los detenidos serán sometidos a proceso penal y permanecerán en la cárcel.
Precisamente durante su campaña en busca de la presidencia municipal, Roberto Ocaña, escuchó diversos comentarios de los habitantes de varias comunidades, en el sentido que la corporación municipal, cuya alcaldesa Sheila Darling Alvarez, estaba contaminada por algún grupo delincuencia, y que por eso se venía cometiendo una serie de delitos, entre estos ejecuciones, por eso, una vez que se convirtió en edil, y ante la sugerencia de que en esa alcaldía y otras a donde llegaron alcaldes de extracción morenistas, lo mejor sería que se nombraran militares que permitieran depurar las corporaciones policiacas municipales en caso de descubrir que alguno de los policías tuviera ligas con algún grupo delincuencial, por lo que él accedió a ese nombramiento, de allí que lo que ahora pasó en la corporación policiaca de Nacajuca, donde el director es un militar, no es otra cosa que una limpia de malos elementos, aunque todavía quedan dudas, sobre otros elementos policiacos que también podrían estar en la misma situación que los detenidos.