28
- Francisco Rueda, Huimanguillo, -localizado en los límites con las Choapas, Veracruz- fue escenario de un hecho estremecedor: un joven, harto de presenciar los constantes maltratos que su madre sufría a manos de su padrastro, decidió enfrentar al agresor. En un momento de desesperación, cegado por la impotencia y el amor hacia su madre, lo mató asestándole varios
La tragedia fue el desenlace de meses de violencia normalizada dentro de un hogar marcado por el dolor, y que anoche derramó al vaso al llegar la víctima (a) El Huevo en estado de ebriedad a agredir a la muer
El joven, convertido en testigo silencioso durante demasiado tiempo, reaccionó ante una nueva agresión. No fue venganza, fue defensa. No fue rabia, fue límite. Ese instante, cargado de desesperación, lo convirtió en héroe para algunos y en acusado ante la ley para otros
Este caso ha sacudido a la comunidad, no solo por lo impactante del acto, sino por lo que representa: el hartazgo de una juventud que ya no quiere vivir bajo el miedo ni ver a sus madres sufrir. La pregunta que queda flotando es brutal: ¿cuántos golpes más debe soportar una mujer antes de que alguien, aunque sea su propio hijo, diga “¡ya basta!”?